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(fragmento de Mocvithouc)
Mocvithouc
--Mira, se que hubieras preferido que tu padre fuera el que te cuide –Diego le llevaba el desayuno a Escarlek-, porque se ve que él es tu fuerza; pero tú no eres su hijo único. Él se debe a otros cuatro más, y a su esposa. En cuanto a mí, no te preocupes, yo sé perfectamente de que se trata la rutina de las medicinas, la limpieza y todas ésas tonterías de cuidados. Mi mamá pasa por algo semejante a lo tuyo. A veces me encargo de cuidarla (eso cuando entra a hurtadillas en casa de sus tíos, ya que no le dejan acercársele a su propia madre). Pero bueno, no soy un gran cocinero. De dolores de estómago sí que podrás quejarte.
--De acuerdo.
--Si quieres hablar, anda, te escucho.
--Diego, ¿ya sabes si papá vio mi…? –Escarlek miró a sus pies.
--¿El tatuaje? Sí, se dio de topes contra la pared y hechó maldiciones y promesas de que cuando te cures te pondría mil castigos y… Lo hubieras visto. –Se sonrió al ver como se puso Escarlek.- Lo que de verdad pasó fue que…-cambió a una seriedad absoluta-, él se hechó la culpa de todo lo que te está pasando. Me… conmovió mucho, hasta el alma; cómo se preocupó tu padre y tu madre por ti… lo mismo tus hermanos y ésta Iris, el Bibliot, y el pequeño Lápiz, parecían furiosos por tanta seriedad. El Loco casi se ahoga con galletas y té. Jamás antes había presenciado algo así.
--Nunca quise yo esto –dijo ceñudo Escarlek.
--Es que, lo que te pasó no se planea, sucede guste o no. Ni tú, ni ellos tienen la culpa...
--Si tan solo nunca hubiera robado o...
--No eres adivino. Cuando uno comete una estupidez, pienso que es porque no razona, no se cuestiona sobre el mal que le traerá a futuro ó porque no tiene uno corazón y le vale perjudicar a los demás y a sí mismo. Mira que estoy hablando y dándome de pedradas. Es que, de veras que me impresionó tu padre junto a ti, al lado de tu cama, cansado de su trabajo, no le importaba ninguna otra cosa aparte de ti.
--No sigas.
--Moriría porque papá hiciera lo mismo por mí. ¿Quieres saber? Él es quien tiene a mi madre encasillada a vivir en una cama, mi padre es quien destruyó muchas cosas dentro de mí. No confío, no creo, no soy nadie, llevo su sombra negra en mis espaldas, como símbolo que me da vergüenza. Jamás me atrevería a decirle padre, no puedo perdonarlo. ¿Me entiendes Escarlek? Yo deseo estar en tu lugar, pero a mí me tocó otra situación. Y disculpa lo que voy a decirte. Me robé a tu papá en ése ratito porque lo sentí mío. Me sentí a gusto y agradecido con él, por la forma en que te acompañó. Es por eso que quise hacerme cargo de ti, para agradecerle a “nuestro” papá. Ustedes dos me agradan. He podido sentirme como entre familia, pero una familia de verdad, cuando estuve con ustedes dos allá.
Escarlek se puso pálido ante las palabras de su “new brother”. No le pudo contestar, porque simplemente no tenía qué. Diego, lo dejó pensando mientras se fue a preparar su sencillo desayuno. A la mamá de Escarlek, que todavía no iba a su trabajo, le mandaron que descansara; pues fue poco lo que se había recostado y Diego decía tener mucha energía, para continuar en pie. “Estoy inspirado” decía él.
